¿Hemos pasado lo peor?, ¿hemos sufrido suficiente?, ¿vamos a recuperarnos pronto?
Nada de esto está resuelto. No sabemos. Parece que el mundo se está recuperando, al tiempo que muchas empresas están desorientadas, entre aprovechar lo que de oportunidad que esto tenga, o salir lo menos mal parado posible.
Sea como fuere, el mundo no se para. Los negocios siguen, los clientes viven y tienen necesidades, y el arte de los directivos va a estar en encontrarlas y saber adaptar la promesa de valor de su empresa, sea en forma de servicios o productos.
Para eso necesita a las personas.
Y necesita a personas cada vez más adaptables, flexibles, inquietas, creativas, ingeniosas, curiosas, con capacidad de aprender rápido, tomar decisiones en incertidumbre, asertivos en su comunicación, que pregunten mucho y escuchen a sus equipos, que manejen bien sus emociones y las de otros, que no impongan sino que inspiren….
La buena noticia es que si no tiene personas que sepan hacer todas estas cosas se pueden entrenar. ¿La mala? Que no hay alternativa a esto. O lo tiene o lo tiene.
Hoy no se van a concebir jefes «resultadistas» a costa de lo que sea, se van a penalizar mucho las altas rotaciones externas no deseadas, se va a monitorear como nunca el estado de ánimo de los colaboradores, lo del clima laboral dejará de ser una moda para ser un indicador de desempeño de quien dirija equipos… El mundo ha cambiado, y no podemos seguir de espaldas a esta situación.
Entrene, entrene, entrene.
Busque ayuda para su gente. Contrate expertos, no en dar un “cursito”, sino en acompañar a “seniors”, a líderes completos que necesitan cambiar, y que por sí solos nunca lo van a hacer. Apueste por la experiencia, y deles la oportunidad de reciclarse. No se arrepentirá. Ellos verán que mejoran, sus equipos se lo agradecerán y con ello llegarán los resultados. Y el resto de las personas valorarán muy positivamente que usted ayude ahora a quienes lo han hecho por años para la empresa
Todos los grandes jugadores de alto nivel que conocemos, por arriba que estén en los rankings y exitosos que sean, entrenan cada día muchas horas. Y con ello llegan los éxitos.
Esta semana he podido hablar con algunos ejecutivos, aquí en USA, que cuentan en su paquete de compensación con los servicios de coaches ejecutivos, que les acompañan en su rápida y flexible adaptación a los nuevos retos que van teniendo.
Póngase manos a la obra
Este es el camino. Empezar ayudando a las personas de vértice, y seguir con los mandos medios, que son quienes al final hacen que las cosas pasen en la operación.
A todo eso nos dedicamos en dpersonas, con profesionales expertos en acompañar a los suyos, formados no para conducir, sino para acompañar en sus planes de acción a los líderes que han de guiar a su vez a las empresas.
Verá los efectos pronto. Tendrá equipos mucho más motivados, líderes más sólidos y seguros, y los resultados no tardarán en llegar.
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