¿Desaparecerá Recursos Humanos?

Con esta inquietante pregunta dándoles vueltas en la cabeza se presentaron los asistentes a un Panel en el que participé esta semana, promovido por La Salle, con el inquietante título “DESAPARICIÓN DEL ÁREA DE RECURSOS HUMANOS”.

Y la pregunta es ¿tienen que desaparecer? Del debate salieron puntos de vista más conservadores que creen que es necesario mantener los departamentos de RRHH como están hasta ahora, con sus funciones de seguimiento y control de la plantilla, elaboración de nóminas, aplicación de sanciones y premiación, capacitación, elaboración de manuales, procedimientos y políticas, etc….

También se puso encima de la mesa la necesidad de adaptarse a los tiempos, poniendo el foco en lo que es verdad relevante en el área de RRHH: El desarrollo de las personas que trabajan para la empresa. Hoy ya buena parte de muchas de esas funciones “tradicionales” se están dando a empresas externas para su ejecución. Por lo tanto, quedan tiempos y recursos disponibles para mejorar el capital humano con el que contamos.

Pero ¿quién tiene que hacerlo?, ¿tiene sentido que siga habiendo un departamento de “personal” ajeno al negocio, a las diferentes áreas, que capitanee esto? ¿tiene ya sentido que sean las áreas, conocedoras de sus necesidades, las que deban solicitar el desarrollo de las personas a RRHH? O por el contrario debe ser RRHH el que se imbrique más en el negocio, conozca las necesidades de la industria, y provoque estas acciones… Los Business Partners, esta es la dicotomía en la que muchas empresas se encuentran varadas.

Hace años, con la idea de conocer mejor las necesidades del negocio, se empezaron a introducir a personas con especialidad en RRHH en las áreas. Se entendía que estos BP apoyarían desde dentro del negocio con el conocimiento específico. David Ulrich plantea una serie de diferentes roles de las personas de RRHH en función del enfoque que tengan.

En algunos casos ha sido un verdadero avance y en otros, las celosas áreas de RRHH, temerosas de perder su poder a favor de quienes dirigen los negocios, han replegado velas y están recuperando estas funciones.

La tendencia

Alguno de los avances más significativos los están propiciando quienes, conscientes de la importancia que las personas tienen en el desarrollo de sus negocios, las tienen en el centro, como un fin en sí mismo, y no como un medio para conseguir sus resultados.

Muchas de las organizaciones que van abandonando las obsoletas estructuras piramidales o matriciales, y las están sustituyendo por incluyentes estructuras en forma de círculos, proyectos, o intraemprendimientos, empiezan a ver las ventajas de la autoadministración del capital humano por parte de estas estructuras autónomas. El empresario chino y fundador de Alibaba, Jack Ma, dice que las empresas tienen que tratar a las personas mucho mejor que a los accionistas: “¿saben que hicieron los accionistas cuando llegó la crisis? ¿saben quiénes se quedaron a mi lado?”

Diferentes puntos de vista, múltiples enfoques, que convergen en la única realidad que conozco: Hoy, todavía, son las personas las encargadas de hacer que las cosas pasen en las empresas. Sin su conocimiento, sin su apoyo, sin su voluntad, las cosas, sencillamente, no van a pasar.