Liderar con agilidad implica hacer más con menos, menos planificación y más actuación, aceptando las equivocaciones. Todas las áreas de la organización deben poner al cliente en el centro. Trabajar en conjunto, y dejar de trabajar en silos aislados, siendo personas abiertas a nuevas ideas, entendiendo que el mundo de hoy ya no va a volver a ser el que conocíamos. Permitir que todos se expresen y desarrollen su talento, y que el “nosotros” sea el antiguo “yo”.
¿Cómo convertirse en un líder ágil?
El líder ágil está en continuo aprendizaje, tiene que cambiar su mindest. Comparte la información que tiene, no excluye a nadie. Trabaja con sus equipos, los desarrolla, los empodera y los impulsa a que sean mejor que él, pensando siempre en el negocio, pero no solo ahora sino proyectando el futuro.
El panel de catorce expertos de Forbes, “Forbes Coaches Council” declara las pautas para convertirse en un Líder Ágil:
- Convertir desafíos en oportunidades. Tener mentalidad de crecimiento para saber que cada cambio es una oportunidad para crecer y co-crear.
- Ser un líder orientado a la solución, aprendiendo de cada nueva situación, enfrentando las adversidades.
- Tener una visión sólida del negocio sin dejar de ser flexible. Hay que estar preparados y aceptar los cambios que siempre van a venir.
- Comprender las diferentes personalidades de sus equipos. Usar esas diferencias para liderar el cambio hacia un mejor ambiente de trabajo.
- Ser empático y aguantar los golpes. Hay que saber aceptar los golpes y cambiar los planes cuando sea necesario.
- Incorporar un enfoque de prueba y aprendizaje. El fracaso es una oportunidad para aprender y la colaboración con el cliente genera valor.
- Estar dispuesto a adaptarse a las circunstancias. Liderar significa adaptarse.
- Dar un paso atrás para tomar mejores decisiones. Analizar la situación, verla desde la perspectiva de los demás, y buscar otros enfoques.
- Mantenerse estable mientras se adapta rápidamente. Parar, reflexionar y enfocarse en lo verdaderamente importante.
- Adoptar un enfoque sistémico de las situaciones según vayan surgiendo, y analizarlas para tomar decisiones rápidas.
- Procesar información de manera bilateral. De esta manera maximizas el conocimiento y perspectiva que puedes obtener, desarrollando tu neuro-agilidad.
- No atraparse en lo que es “correcto” o “incorrecto”. Ser objetivo pensando en la mejor solución para las partes interesadas.
- Ser terco en la visión y flexible en los detalles. Esta frase de Jeff Bezos ayuda a afrontar mejor las crisis y los desafíos.
- Tener una orientación interna y externa. Adaptabilidad a contextos cambiantes y centrarse en la autoconciencia, empatía y seguridad.
En nuestra consultora dpersonas dedicamos un módulo de nuestro programa de Perfeccionamiento Directivo al Liderazgo Ágil, entendemos que liderar en condiciones normales es un arte, pero hacerlo en el momento actual requiere a veces jugársela y aprender de los resultados, y que eso lo hagan los equipos de forma autónoma.
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