Que los hombres y las mujeres no somos iguales no está en discusión. Afortunadamente.
Que tenemos los mismos derechos y obligaciones desde que nacemos, tampoco está en discusión.
Que ya caminando el 2020 debamos seguir hablando de esto nos tiene que dar que pensar.
En mis más de treinta años de carrera profesional he tenido compañeras, colaboradoras y jefas, y de todas ellas he admirado cosas similares a los de mis colegas, jefes o colaboradores hombres: La inteligencia, la capacidad de superarse, de escuchar, de entender y ayudar, de colaborar, la generosidad…. Cuando he creado equipos, siempre he buscado que primaran el valor de la persona en lugar del género. No es tan difícil.
Hace muchos años tenía un compañero que se quejaba de que se “embarazaban” sus colaboradoras. Mi respuesta siempre era la misma: Gracias a que tu madre lo hizo, estás aquí. Punto y final de la discusión.
Mujeres, os necesitamos en la empresa. Necesitamos jefas, buenas directivas, colaboradoras, colegas… Necesitamos personas organizadas, con capacidad de llegar a mil cosas y hacerlas bien… En mis equipos, de una manera u otra, siempre he trabajado con más mujeres que hombres. He tenido malas jefas y jefas extraordinarias, Exactamente en la misma proporción de jefes hombres. ¿Qué diferencia hay entonces?
Ahora más que nunca, los hombres, especialmente nosotros, hemos de estar a vuestro lado, para que TODOS podamos tener las mismas oportunidades. Así he crecido personal y profesionalmente y así creo que debe ser.
En dpersonas nos pronunciamos a favor del valor de las mujeres en la sociedad y reconocemos su importancia en el ámbito profesional.
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