Todos en algún momento nos hemos sentido desbordados, que no llegamos a todas nuestras actividades laborales e incluso personales. Desde el 2019 se ha reconocido oficialmente por la OMS un término inglés, el BURNOUT o AGOTAMIENTO LABORAL.
Según Christina Maslach, profesora emérita de Psicología de la Universidad de California, Berkeley, cuando aparecen sentimientos de agotamiento e ineficacia, que provocan desapego al trabajo y a la pérdida de sentido, estamos hablando del burnout. Publicó una interesantísima herramienta para medir el agotamiento, el Maslach Burnout Inventory. Lo que pudo corroborar, es que la mayoría de los trabajadores están agotados porque sienten que no pueden decir “no” a sus líderes sin ser castigados o degradados de alguna manera. Y los jóvenes, sobre todo, simplemente renuncian ante una situación así. Este síndrome lleva a una menor productividad, y a desarrollar emociones negativas, con graves consecuencias profesionales y personales. Junto con Jackson profundizaron en el concepto de síndrome de desgaste profesional desde una perspectiva tridimensional:
- Agotamiento mental y físico.
- Despersonalización motivada por la falta de motivación.
- Insatisfacción profesional y descenso de la productividad.
Muchos años antes, en 1974, Herbert Freudenberger, introdujo este concepto de burnout, como “una sensación de fracaso y una existencia agotada o gastada que resultaba de una sobrecarga por excesivas exigencias de energías, recursos personales o fuerza mental del trabajador”.
Pero ¿qué puedes hacer para lidiar contra el burnout?
- Diferencia entre estrés normal y burnout, que es el estrés crónico y sin control.
- Evita que tu pasión por el trabajo te lleve al agotamiento. Utiliza herramientas para gestión de recursos, que te ofrecen la posibilidad de conocer la carga laboral de tu equipo.
- No procrastines, si lo puedes hacer hoy no lo dejes para mañana, y así evitarás que se te acumule con otras tareas.
- Evita elementos distractores o ladrones del tiempo.
- No te dejes llevar por la apatía, lucha contra ella, ponte nuevos objetivos, cambia metodologías, e introduce elementos nuevos en tu día a día. Alinea el trabajo con los objetivos.
- No te lleves trabajo a casa. Organiza tu agenda laboral y personal, respeta ambas. Marca tus propios límites, programa tus descansos y tómate algún día libre.
- Encuentra el equilibrio entre tu vida privada y el trabajo.
Ten cuidado porque este síndrome puede pasar desapercibido al inicio, y los síntomas pueden presentarse de manera abrupta, y cuando es mucho más complicado lidiar con ellos. Evita los peligros del agotamiento, y vuelve a descubrir un compromiso saludable con tu trabajo. Recuperarás tu eficiencia y productividad en el trabajo, y sobre todo tu salud física y mental.
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