Soy de las que piensan que la vida se compone de retos y sueños por cumplir. En el caso de los primeros, los retos, suelen estar a nuestro alcance. Cada uno lucharemos de manera diferente por llegar a ellos, necesitaremos más o menos tiempo, pero seremos los únicos responsables de que los alcancemos. Con trabajo, esfuerzo diario, siendo disciplinados y, sobre todo, siendo conscientes de que los queremos lograr, los conseguiremos. En el caso de los segundos, los sueños, normalmente vienen acompañados de situaciones idealizadas, son deseos, más ambiciosos y difíciles de que pasen, no suelen estar al alcance de todos, no depende sólo de nosotros que los cumplamos, y además son para realizar a largo plazo.
Como coach, diariamente veo en los procesos que llevo a cabo, que las personas necesitamos tener retos, desafíos, metas que conseguir, porque la vida va de eso, de no conformarnos, de seguir creciendo, de equivocarnos y aprender. También veo que nos es más difícil soñar, nos lo permitimos menos, confiamos menos en que podamos cumplir nuestros sueños, y eso hace que no nos permitamos soñar como deberíamos, nos da un poco más de miedo o respeto. Cuando pregunto a mis coachees dónde se ven en 5 o 10 años me responden con facilidad, cuando les pregunto dónde les gustaría verse, donde sería su sueño verse, eso les supone un problema, les cuesta dejar volar su imaginación, identificar sus verdaderos deseos y soñar… y creo que también es muy importante hacerlo.
Considero vital que en nuestra vida nos marquemos retos realistas, alcanzables, bien definidos, que no dañen a nadie y con una fecha determinada de logro, que nos estimulen y supongan un desafío a afrontar. Nos harán enfocarnos, planificar, desarrollar un plan de acción para llegar a conseguirlos, y cuando lo hagamos nos sentiremos realizados y preparados para afrontar lo siguientes, que seguramente serán más retadores y complicados. A la vez, también es importante seguir soñando, tengamos la edad que tengamos, aunque a veces sea un deseo, un proyecto o una esperanza, carente de fundamento o difícil de realizar, los sueños a veces hacen que nuestra pasión por algo se desate, y nos proporcionan la fuerza necesaria para seguir, para avanzar y no quedarnos estancados.
Por tanto, vamos a ponernos retos, a desafiarnos a nosotros mismos, a innovar, a inspirarnos, seamos audaces, pero nunca, nunca dejemos de soñar.
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