¿Admiras a tu jefe?

Esta semana hablamos de una de las mejores satisfacciones a las que un directivo puede aspirar: que las personas que trabajan con él o ella, lo admiren. Pero no por su dinero o por su posición social, sino por aspectos como el respeto profesional, sus capacidades como líder, la dedicación a su equipo, los logros obtenidos, sus reconocimientos, ¿por qué no?

¿Qué hace falta para que te admiren?

Hace algún tiempo publicamos un decálogo del buen líder, recogido de centenares de profesionales que ya han pasado por nuestros programas, que de alguna manera hemos podido pulir en estos diez puntos.

1. Dar ejemplo:

Si un líder quiere pedir algo a su equipo de colaboradores, demuestra que también lo puede hacer. Por pequeño que sea. Temas como la puntualidad, el cumplimiento, el rigor, la tolerancia, el compromiso….., son asuntos en los que si el líder da ejemplo, se instalan sólos en la empresa. Al fin y al cabo somos espejos en los que se miran los colaboradores.

2. Ser humilde:

Por ser líder no sé todo, y no pasa nada por ponerlo de manifiesto. Los buenos líderes reconocen los méritos de las personas con las que trabajan, los valoran, y los ponen como ejemplo de logros de un trabajo en conjunto, donde cada quien aporta.

3. Actualizarse:

En un mundo tan cambiante, no importando el sector, la ocupación, ni en momento en la carrera profesional, hay que seguir esforzándose por buscar nuevos conocimientos y entrenar las habilidades. Ya no es una buena opción, sino una obligación para ser un mejor líder. ¡Siempre hay algo nuevo que aprender!

4. Coherencia:

Que lo que hagas y digas, al menos, se parezca, hoy es uno de los valores en alza en un directivo, por estar perdiéndose en buena parte de la sociedad. Cuando uno no es coherente deja de ganarse el respeto de su equipo.

5. Resiliencia:

Vivimos en un entorno profesional cambiante en donde se suceden fracasos y éxitos. Aprender de los primeros, reponerte y luchar por los segundos, es el reto más importante que tenemos los directivos para mantener la moral de la tropa intacta.

6. Potenciar el talento de los equipos:

Identificar las fortalezas de los colaborares, cultivarlas y mejorarlas, va a permitir que los logros lleguen y que además las personas disfruten con su trabajo.

7. Escuchar y entender:

Escuchar atentamente para entender es una de las cualidades más valoradas en el líder. No menos del 50% del tiempo de un líder debería estar dedicado a escuchar a su gente para brindarle apoyo.

8. Dejar espacios.

Uno no puede controlar todo. Permitir que la gente aprenda tomando decisiones, es de las tareas más difíciles para quien gusta de tener todo bajo control. Deje espacios a su gente y les verá crecer. No lo haga y seguirá en el “micromanagement” mientras lo mantengan en su puesto, que no será mucho.

9. Pedir retroalimentación a su equipo de tanto en tanto.

Recibir, tanto opiniones como críticas constructivas de sus colaboradores, le hará reparar en lo que le queda por pulir. Recíbalas con agradecimiento, y habrá dado un salto de gigante en la confianza con su equipo. Si no sabe como, busque el apoyo de un mentor o coach ejecutivo. Usted no tiene la verdad absoluta, lo sabe, y tener una persona externa que lo apoye y guíe en ciertas situaciones, puede ayudarle mucho en su desempeño.

10. Muestre compromiso y responsabilidad.

La responsabilidad es la habilidad para dar respuesta ante cualquier circunstancia. Actuar con responsabilidad significa comprometerse con aportar soluciones que nos permitan abordar los retos del futuro, con las herramientas del presente.

Competencias de un Líder

Cuando alguien los maneja con soltura, es más fácil que sus equipos los vean como un referente.

Y a usted, ¿le admiran como líder?

Buena semana

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