En muchos casos, y por mucho tiempo, la diferencia ha sido imperceptible. De hecho, hoy, bajo la pretensión de estar dando retroalimentación, se esconden todo tipo de reproches.
A continuación algunos tips de los que hablamos este lunes en mi espacio en el programa de Radio 4G, Llámame Fredy. (min 44:40)
Para empezar, aprendí hace algunos años que el feedback es un regalo. Esa opinión, porque no deja de ser un juicio, que nos dan, hay que tomarla como algo que estaba en la mente de quien nos lo brinda antes de que eso pasara. Por tanto, nada qué decir. Cómo receptor: gracias por el feedback.
Pero, ¿cómo dar un buen feedback profesional a nuestros colaboradores?
En primer lugar, como todo en la vida, preparando bien la sesión de feedback, no descuidando algunas cosas importantes:
- Elegir bien el lugar en el que lo vamos a hacer y el momento. No es lo mismo un bar, que el despacho del interesado, que la sala de juntas.
- Si vamos a contar con testigos o va a ser cara a cara. Las áreas de mejora en privado, los halagos en público.
- Poner el foco en las acciones y no en la persona. No eres olvidadizo, has olvidado esto.
- Hablar del presente pensando en el futuro y no en lo que ya no podemos arreglar del pasado. Sería mejor que dejaras de hacer esto e hicieras tal cosa para el desarrollo del departamento.
- Ser respetuosos con las palabras y con la persona. Obvio, pero no por ello olvidado en muuuchas ocasiones. Si no te sale bien, lee “Comunicación no violenta”
- Buscar acuerdos y no rupturas. Para eso tenemos otras herramientas.
- Cuantificar y definir lo más posible. Haber llegado tres días tarde esta semana no es lo mismo que “siempre llegas tarde”. No uses el siempre y el nunca.
- Sé sincero, no sincericida. Hay cosas que aunque sean verdad para ti, no ayudan a mantener una sana relación.
- Hechos, no juicios. Aunque los juicios sean compartidos por otros, no los convierten en hechos. Habla de lo comprobable, no de tu interpretación o la de otros.
¿Por qué es importante el feedback?
Muchos empleados no hacen las tareas que se esperan de ellos por varios motivos, pero uno muy significativo, y que olvidamos con frecuencia, es porque no saben lo que se espera de ellos, ni si lo han hecho bien o mal, ni cómo hacer lo siguiente. Así de duro. Según un estudio reciente en una multinacional, de la que omito el nombre para no perjudicar, sólo el 15 % de los empleados identificaron claramente las metas y los objetivos de la organización. Muy significativo también es que el 51% de los empleados no supieran qué es lo que debían hacer para ayudar. Si no conoces a donde vas, no sabes qué hacer para ayudar, y no sabes si lo que estás haciendo suma, difícilmente van a llegar los resultados esperados.
Por eso es tan importante tener este tipo de conversaciones profesionales, enfocadas en la tarea con nuestros colaboradores, pares e incluso jefes. Porque el feedback no se da de abajo a arriba, sino también se puede encontrar espacio para dar feedback a compañeros que lo pidan, e incluso al jefe. Sana costumbre.
Excelente semana!
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