Quizá este post entre un poco “con calzador” en el blog, por cuanto no habla de empresa y sólo circunstancialmente de deporte. Sin embargo, parte de lo que somos los adultos, de cómo somos como profesionales, se lo debemos a lo que ocurrió en nuestra infancia.

En el oficio de padre nos va ponerles en el camino, enseñarles respeto por los demás, disciplina personal, capacidad de esfuerzo, entrega por lo que hagan,… De eso el deporte enseña muchísimo, pero también nos lo podemos cargar dando mal ejemplo.
Enhorabuena por la iniciativa
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