En un mundo donde el liderazgo suele asociarse al control y al rendimiento, surge una nueva forma de entender el éxito en las organizaciones: el coeficiente del amor. Esta revolucionaria perspectiva, impulsada por Marian Varela, presidenta del Mundo de las Emociones, propone liderar desde el afecto, la autenticidad y el propósito. ¿Es posible construir empresas más humanas y a la vez más productivas? En este artículo exploramos cómo despertar del piloto automático, cómo conectar con uno mismo y con los demás, y cómo desarrollar una consciencia más plena en medio del ruido digital. Ideal para líderes, coaches y personas en búsqueda de sentido.
Como explica Marian en su conversación con Raúl Castro: «Cuando das afecto, cuando escuchas, cuando respetas… todo fluye y se vuelve mucho más fácil. Ese es el verdadero coeficiente del amor.»
Mira la entrevista completa aquí:
Marian plantea que las personas tienen tres niveles fundamentales en su desarrollo: saber, saber hacer y saber ser. Mientras los dos primeros han sido promovidos en la educación y el entorno profesional, el tercero —el saber ser— ha sido históricamente ignorado. Este «saber ser» está vinculado a los vínculos afectivos, la autenticidad y la conexión profunda con los demás.
En su conversación, también se destaca el contraste entre dos tipos de consciencia: la del «hacer constante» (competencia, violencia, ego) y la del «ser» (escucha, respeto, paz). Marian invita a cultivar vínculos verdaderos en las organizaciones, mostrando cómo el afecto no está reñido con la productividad, sino que la potencia.
3 ideas clave que verás en el vídeo:
- El liderazgo desde el amor: cómo el afecto y la autenticidad fortalecen a los equipos y transforman la cultura organizacional.
- El silencio como herramienta de crecimiento: la importancia de crear espacios para escucharse a uno mismo y tomar decisiones conscientes.
- El rol de la juventud y el propósito: cómo ayudar a las nuevas generaciones a encontrar sentido sin presionarlas con resultados inmediatos.
Además, se aborda cómo el mundo digital y la cultura del miedo alimentan el conformismo y el aislamiento, y por qué es vital cultivar espacios de reflexión para no vivir en piloto automático.
Conclusión
El mensaje de Marian Varela es claro: aún estamos a tiempo de construir una sociedad más humana, pero hace falta despertar. Ya sea a través del silencio, la escritura o los vínculos verdaderos, el viaje empieza con una pregunta: ¿desde dónde estás viviendo tú, desde el ego o desde el ser?
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