Muchos de los de mi generación hemos crecido esperando el futuro, como si éste no fuera a traer más que buenaventuras y parabienes generalizados: «Cuando seas padre comerás huevos«. “El futuro no es un lugar al que estamos dirigiéndonos, sino uno que estamos creando. No debemos encontrar caminos, sino trazarlos, y la acción de hacerlo cambia tanto al hacedor como al destino».
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Un ascenso vertiginoso que me anima cada vez más a seguir dejando aquí vivencias y provocando debates que luego continúan en algunos grupos de redes profesionales. Es una actividad apasionante para mí, aunque en ocasiones me robe el poco tiempo libre que me queda después de largas jornadas de trabajo.
Ese “futuro esperanzador” del que hablaba acabando 2010, ese futuro incierto pero tremendamente retador e ilusionante, ha llegado para quedarse. Pero como uno no sabe por cuento tiempo estará aquí, no queda otra que seguir trabajando para el futuro que aún está por llegar. Sólo así nos esperarán a la vuelta de la esquina nuevos éxitos, nuevas sorpresas, y nuevas alegrías compartidas. Hoy es un día de disfrute. Mañana volveremos «al tajo». Cuando jugaba al baloncesto no entendía eso de entrenar al día siguiente de haber ganado un campeonato importante. Hoy sí. El partido importante, como el futuro, es el que está por venir.
Pero hoy no me quita nadie esta magnífica puesta de sol caribeña mientras oigo de fondo a Radio Futura cantando aquello de «El futuro ya está aquí»…
Interacciones con los lectores