El primero de ellos, con mucha diferencia, por las personas con las que he tenido la oportunidad de viajar. Vaya mi agradecimiento a Paula y Elena, unas auténticas compañeras, y a Juanjo, Marcel, Alejandro, Alfredo, Manu, Pablo, Javi y Patricio. Sin ellos la aventura no habría sido tal. A Johana, Carolina y Ana, las echamos mucho de menos y han estado en nuestras conversaciones muy a menudo. Desde aquí también quiero acordarme de lo que hemos aprendido de la delegación suiza, con HP, Uta y Caroline. De ellos nos traemos su seriedad inicial y su desparpajo para hacerse españoles a medida que iban pasando los días.
Y eso es lo que he vivido. Una experiencia repetida y mejorada con el tiempo, enlatada en una dosis de quince días, con un sabor de concentrado en la consciencia que debía disfrutarlo como lo habría hecho 20 años antes.
Y aunque lo hice hace unos días, cuando llegaba, sin saber lo que me iba a encontrar, lo vuelvo a hacer ahora una vez vivida la experiencia: Agradecer a La Salle la oportunidad que me ha brindado de acompañar a los alumnos del MBAi, y a Bankinter, la empresa para la que trabajo desde hace más de 18 años, la libertad que me ha dado para disfrutar esta experiencia.
Volvemos con ánimos y fuerzas renovadas, con una muesca más en el revolver y con muchas ideas en la mochila. No sé porque se dice que el saber no ocupa lugar…..
El regreso, además, me ha deparado otra satisfacción, ya que a la vuelta se ha comenzado a distribuir en las librerías la segunda edición de “Tiempo para Decidir”. Como de bien nacidos es ser agradecidos, quiero hacerlo también con Joaquín Sabaté y Sergio Bulat, las personas que han dado forma a la idea de esta segunda edición revisada y ampliada en Empresa Activa. Si muchos de los libros de esta editorial me han inspirado durante años, podéis imaginar el orgullo que supone ser uno de sus autores.
Interacciones con los lectores