Me quedo con dos cosas. La capacidad de sacrificio de Ana durante este tiempo para que Etnia llevara a cabo la organización de los juegos proviene de su imprenta personal y de un tesón, un compromiso, una capacidad de luchar hasta el último balón, muy por encima de lo normal. Conocí a Ana y a su marido jugando al baloncesto. Y eso nos ha unido. Buena parte de la “culpa” de que estos primeros juegos hayan visto la luz tiene que ver con ésta “inasequibilidad al desaliento” que compartimos con el baloncesto.
Copio de su página la “misión” de los Juegos:
Los Juegos de la Integración están basados en la práctica y en los valores del deporte y serán un referente en el fomento de la interculturalidad, la convivencia y el intercambio de experiencias de todos los ciudadanos que conviven en la Comunidad de Madrid. Para ello, queremos contar con la máxima participación de todos los ciudadanos residentes en la región: inmigrantes y autóctonos, hombres y mujeres y con una amplia oferta de modalidades deportivas entre las que se incluyen también aquellas dirigidas a deportistas con disminución física.
El único requisito en alguna de las disciplinas fue que los equipos estuvieran formados por parejas mixtas, es decir, personas de allá y de acá, extraños, a veces, que querían compartir una experiencia, una vivencia, que querían ser “más ricos” personalmente que cuando fueron. Fue una auténtica gozada verlo también por dos cosas. Por poder felicitar a Ana personalmente y por comprobar lo que el deporte es capaz de hacer por unir personas, por hacerlas mejores.
En este blog trato de hablar de deporte y de empresa, de la necesaria aplicación de los valores de lo primero en las a veces frias y deshumanizadas segundas… Pues bien. Por un lado, lo que se persigue, lo que se lucha y se trabaja a pesar de las crisis, se consigue como han demostrado desde Etnia. Y por otro, han quedado palpablemente decubiertos los valores que desde esta actividad podemos sumar al mundo de la empresa.
Felicidades y gracias por la excelente iniciativa.
Interacciones con los lectores